martes, 10 de marzo de 2009

CATALUNYA



El nombre de Catalunya es de etimología incierta, pero se cree que deriva de "Terra de Castells" (tierra de castillos). Se empezó a utilizar allá en el S. XII para designar a aquellos condados que formaban la Marca Hispánica y que, una vez liberados de la dominación musulmana en el S. IX, se fueron desvinculando cada vez más de la tutela francesa y, poco a poco, fueron soberanos.
Este territorio soberano, conocido como Catalunya Vella (Catalunya Vieja), con una sociedad eminentemente feudal, inició una importante expansión territorial , que empezó, en el transcurso de los siglos XI y XII, - en tiempos del Conde Ramón Berenguer III - el primero en ser nombrado monarca de los catalanes-, y en diversas direcciones: el levante peninsular, las islas mediterráneas y el norte occitano. Fruto de esta expansión fue la incorporación de la la llamada Catalunya Nova (Catalunya Nueva), que se extendía al sur y a poniente del río Llobregat y hasta la línea del Ebro, que fue conquistada y repoblada en el siglo XII.
La unión en matrimonio del Conde Ramón Berenguer IV, con Peronella, hija del rey de Aragón, en el 1137, posibilitó la formación de la corona de Aragón y la continuación de la expansión feudal, que empezó por el sur y el poniente musulmán - Tortosa fue conquistada en el año 1148 y Lleida en el 1149.



Asimismo, la gran expansión feudal catalana se da en el siglo XIII y principios del XIV, a raíz del cual la Corona de Aragón se amplia con los dominios mediterráneos de Mallorca, Sicília i Sardenya(Cerdenya), además de Valencia. La expansión se inició con el rey Jaume I, que conquistó Mallorca (1229) - de donde expulsó a la población musulmana - y Valencia (1238) - territorio al que se dio el estatuto de reino, y que fue repoblado mayoritariamente por catalanes-.
De forma paralela, y en el transcurso de un sitema feudal a uno monárquico, se fue confirgurando un sistema político que tenía como base el "pactismo", es decir, la limitación del poder real por parte de las cortes - donde estaban representados la nobleza, el clero y la burguesía urbana -. Este sistema dio lugar a una institución surgida a finales del S. XIII, la DIPUTACIÓN DEL GENERAL (Que a partir del S. XVI fue conocida también como Generalitat) y que fue adquiriendo de manera progresiva poder político.

A mediados del S. XIV, se inició una época de crisis demográfica (con el impacto recurrente de la peste), económica y política, que llevaría a una guerra civil en el S. XV.

En el año 1469, el matrimonio del rey Fernando II de Aragón con Isabel de Castilla, llamada La Católica, propició el camino hacia una monarquia hispánica, aunque durante siglos Catalunya mantuvo su condición de estado, de sobirania imperfecta, pero con sus propias instituciones y con plena vigencia de sus constituciones y derechos.

Debilitada demográficamente y económicamente, durante los siglos XVI y XVII Catalunya vivió un periodo de decadencia, en oposición al llamado "Siglo de Oro" de Castilla que siguió en la conquista de América. Las pretensiones unificadores de la monarquia hispánica fueron la raíz de un nuevo conflicto de Catalunya con el rey, el levantamiento secesionista conocido como La Guerra dels Segadors (La Guerra de los Segadores) (1640 - 1659). Esta guerra finalizó con el Tractat dels Pirineus (Tratado de los Pirineos)(1659), que sancionaba la anexión de Rosselló y Cerdanya a la monarquia francesa, mientras que las instituciones políticas catalanas pasaron a ser fuertemente controladas por la monarquia hispánica.

Durante la Guerra de Sucesión (Conflicto de ámbito europeo en el que estaba en disputa la sucesión a la corona española) Catalunya se posicionó mayoritariamente al lado del pretendiente austríaco como forma de mantener sus constituciones, en el que fue conocido internacionalmente como el "cas dels catalans" (el caso de los catalanes). Pero el 11 de Septiembre de 1714, Barcelona se rindió ante las tropas del pretendiente francés. La guerra finalizó con el tratado de Utrech, el cual significó la entronización en España de la dinastía francesa de los Borbones con la persona de Felipe V. Este rey, nieto de Felipe XIV, instauró un sistema absolutista de gobierno, que comportó, en los territorios de la antigua Corona de Aragón y de Catalunya, la liquidación de las instituciones y del sistema constitucional propios mediante el llamado Decret de Nova Planta (Decreto de Nueva Planta) (1716). Catalunya dejaba de tener un estado propio, y se integraba definitivamente en la monarquia española.
La Nova Planta significó la sustitución total de la lengua catalana por la castellana en todo el ámbito público: administración, enseñanza, etc. Lo que comportó un declive de la lengua - que se mantuvo, asimismo, en el ámbito familiar - y de la cultura catalanas, del que no volvería a salir hasta el llamado Renacimiento del siglo XIX. En el plano económico, Catalunya experimentó un desarrollo agrario, comercial y manufacturero, que asentó las bases para la industrialización del siguiente siglo.

En el S. XIX Catalunya fue la región más industrializada de España: se ha podido afirmar que Catalunya era la fábrica de España. Este desarrollo industrial - que se basó en el téxtil, el sector claramente hegemónico - durante el año 1833, año en el que empezó a funcionar en Barcelona la primera fábrica mecanizada movida a vapor, y a vigília de la I Guerra Mundial, en que la economía catalana ya se consideraba plenamente industrial.
Esta industrialización dio lugar a una nueva sociedad, diferenciada del resto de España, con un grado creciente de conflictividad social y una desaveniencia también creciente respecto al Estado español, que se consideraba incapaz de responder a unos intereses como los de la sociedad catalana. Esto comportó que al largo del siglo XIX, fueran surgiendo los movimientos que propugnan el reconocimiento de la personalidad catalana, que íban des del particularismo de principios de siglo hasta diversas formas de federalismo y regionalismo.

En el invierno de 1939 Catalunya fue ocupada por el ejército franquista. La victoria del bando nacional y la dictadura que instauró el General Franco comportó, en toda España, el exilio, la muerte y la represión de los numerosos militantes republicanos y de partidos y sindicatos obreros. El nuevo régimen suprimió inmediatamente el Estatut de Catalunya, reprimió toda manifestación al catalanismo y prohibió el uso público de la lengua catalana, En el 1940, el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, capturado en Francia por los nazis, fue entregado a las autoridades franquistas y fusilado en Barcelona.
Después de una larga y dura posguerra, la España franquista experimentó un periodo de expansión económica, que fue determinante para la inserción tardía, aunque rápida, de España en genral y de Catalunya en un desarrollo eureopeo más amplio, correspondiente a lo que se ha llamado como "treinta años gloriosos" (1945 - 1975)
Durante este periodo, Catalunya experimentó un gran incremento de la población, que pasó de 3 a 6 millones de habitantes de 1950 a 1980. Este enorme salto demográfico, que fue posible gracias a la existencia de una industria que necesitaba mano de obra, se vio muy facilitado por la aportación migratoria de gentes venidas, fundamentalmente, del sur de España. Esta aportación demográfica ha configurado, de una manera decisiva, la sociedad catalana actual.



Con la muerte de Franco, en el 1975, España evolucionó hacia un estado democrático y autonómico, definido en la Constitución de 1978. En el 1977 fue restablecida de forma provisional la Generalitat de Catalunya, en la persona de su predinte exiliado, Josep Tarradellas, que retornó a Barcelona en octubre de ese año. En el 1979 se aprobó el Estatuto de Auronomía de Catalunya, que permitía el resatblecimento del autogobierno. En el 1986 España se integró dentro de la Unión Europea, dentro de la cual Catalunya propugna el reconocimiento del papel de las regiones como motores del desarrollo económico y del bienestar social. En el periodo 1980 - 2003, caracterizado por el desarrollo autonómico, gobernó la coalición Convergència i unió (CiU), encabezada por el presidente Jordi Pujol. En el 2003, Pujol fue sucedido por Pasqual Maragall, con un gobierno tripartito (PSC - ERC - ICV), que impulsó la reforma del Estatuto de Autonomía de Catalunya para adaptarlo a la nueva realidad catalana. Este Estatuto entró en vigor el 9 de agosto de 2006. En el noviembre de ese mismo año, José Montilla sucedió a Maragall como presidente de la Generalitat de Catalunya.


Fuentes: Web de la Generalitat de Catalunya (www.gencat.cat)
Vikipedia: ca.wikipedia.org

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es paradójico que todo lo que ha avasallado la dignidad del ser humano en épocas en que el más poderoso mandaba, continúe hoy obteniendo igual, o más beneficios que en otrora...

www.nicolasespositochedel.com

Anónimo dijo...

Ja tenia ganes d'entendre la historia de Catalunya,
Gràcies.