viernes, 21 de noviembre de 2008

Poesías cantadas - El amor de la Cibeles



Llegó con su espada de madera
y zapatos de payaso a comerse la ciudad.
Compró suerte en Doña Manolita
y al pasar por La Cibeles
quiso sacarla a bailar
un vals,como dos enamorados y dormirse acurrucados
a la sombra de un león.
Qué tal, estoy sola y sin marido
gracias por haber venido a
abrigarme el corazón.
Ayer, a la hora de la cena
descubrieron que faltaba
el interno dieciseis
tal vez disfrazado de enfermero
se escapó de cien posuelos
con su capirote de papel.
A su estatua preferida
un anillo de pedida
le mangó en El Corte Inglés.
Con él, en el dedo al día siguiente
ví a la novia de la gente
que lo vino a detener.
Cayó como un pájaro del árbol
cuando sus labios de mármol
lo obligaron a soltar.
Quedó, un taxista que pasaba
mudo al ver como empezaba La Cibelesa llorar
y chocó contra el banco central,
y chocó contra el banco central.
y chocó contra el banco.

3 comentarios:

Mixha Zizek dijo...

Hermosa canción kuny, un beso

Mixha Zizek dijo...

Kuny, se te espera guapa, un beso

Rastros caníbales dijo...

El poema es conmovedor, y tal vez si alguien distinto a esa mujer lo cantara, no sonaría igual de potente y cruel.
un abraso